Como fabricantes de hormigón en Cantabria sabemos es uno de los materiales más importantes en la construcción de un garaje, gracias a su durabilidad, resistencia y versatilidad. Para lograr una estructura segura y funcional, se utilizan diferentes tipos y aplicaciones de hormigón en varias partes del garaje, adaptados según los requerimientos de carga, resistencia y condiciones ambientales. El hormigón es el material esencial en la construcción de un garaje por su capacidad de soportar cargas pesadas, adaptarse a diversas condiciones y garantizar la durabilidad de la estructura. La combinación de distintos tipos de hormigón, reforzado con aditivos y tratamientos especializados, asegura que el garaje sea funcional, seguro y capaz de soportar las exigencias del uso diario a largo plazo.

Proveedores de hormigón para aparcamientos en Cantabria

En primer lugar, el hormigón armado es la base estructural de la mayoría de los elementos en un garaje, como losas, pilares y vigas. Este tipo de hormigón cuenta con varillas de acero que incrementan su resistencia a la tracción y a las cargas de peso constante, como la de los vehículos. Al estar reforzado, el hormigón armado soporta eficazmente las tensiones y minimiza el riesgo de fisuras y deformaciones, haciendo que sea ideal para soportar el tráfico constante en un garaje y el peso de cualquier construcción sobre él. El hormigón pretensado es otro material empleado en las losas y vigas del garaje, especialmente en garajes de gran tamaño o multilevel. A diferencia del hormigón armado, en el pretensado, los cables o tendones de acero se tensan antes de que el hormigón fragüe, logrando una mayor resistencia y flexibilidad. Esto permite reducir el tamaño y el peso de los elementos estructurales, haciéndolos más esbeltos, sin comprometer la seguridad ni la capacidad de carga.

En áreas donde es necesario proteger la estructura de problemas de humedad, se utiliza hormigón impermeabilizado. Este tipo de hormigón incorpora aditivos impermeabilizantes durante la mezcla para reducir la porosidad y evitar filtraciones de agua en las zonas más expuestas, como los muros de contención o las losas en contacto con el suelo. Esto es crucial en garajes subterráneos, donde la presión del agua del suelo puede dañar la estructura si no se toman medidas adecuadas.

Para el pavimento de los garajes, se emplea hormigón de alta resistencia, ya que debe soportar el desgaste constante del tráfico de vehículos. Este tipo de hormigón suele estar compuesto por agregados gruesos y un mayor contenido de cemento, lo que le otorga una gran durabilidad y resistencia al desgaste. En algunos casos, se aplican revestimientos de resina o de epoxi sobre el hormigón para protegerlo de las manchas y facilitar la limpieza, además de mejorar la tracción y prevenir deslizamientos. El uso de hormigón proyectado o “gunita” es común en áreas donde es necesario crear una superficie uniforme y continua, como en los muros de contención. Este tipo de hormigón se aplica mediante una manguera de alta presión que lo proyecta sobre la superficie a cubrir, permitiendo su rápida aplicación y facilitando el acabado en espacios de difícil acceso. Esto se traduce en una capa protectora y resistente que refuerza la estabilidad de los muros contra la presión del terreno.

La durabilidad del hormigón en un garaje también depende del tratamiento de sus superficies. A menudo, se emplean selladores y endurecedores para proteger el hormigón del desgaste, de las manchas de aceite o gasolina y de la corrosión causada por sales y otros contaminantes. Estos tratamientos contribuyen a la vida útil del material y ayudan a mantener un aspecto limpio y seguro en el garaje. Además, el hormigón en los garajes debe cumplir con normativas de resistencia al fuego, por lo que se diseñan con mezclas específicas que retardan la propagación de las llamas. Algunos tipos de hormigón también incorporan aditivos que aumentan la resistencia a altas temperaturas, protegiendo tanto la estructura como a los usuarios en caso de incendio.

Materiales de hormigón para parkings en Cantabria

Un garaje, especialmente uno de grandes dimensiones o subterráneo, está compuesto por varios elementos constructivos esenciales que aseguran su funcionamiento y seguridad estructural. Los pilares y vigas constituyen la estructura portante, que soporta el peso del garaje y cualquier edificación que pueda estar encima. Los pilares distribuyen las cargas hacia el suelo, mientras que las vigas soportan cargas horizontales, brindando estabilidad a toda la estructura. Este es un aspecto crítico, especialmente en garajes subterráneos que deben soportar la presión del terreno.

Las losas de piso son otro elemento fundamental, ya que conforman la superficie donde se estacionan los vehículos. Generalmente construidas en hormigón armado, las losas necesitan soportar el peso constante de los vehículos y la circulación de personas. En garajes de varios niveles, se emplean losas intermedias que separan cada nivel, permitiendo aprovechar el espacio en vertical.

Para conectar estos niveles, se construyen rampas de acceso y salida. Estas rampas están diseñadas con una inclinación calculada que facilita la entrada y salida de los vehículos sin riesgos de deslizamientos, por lo que a menudo se usan acabados antideslizantes en su superficie. Las rampas también ayudan a ordenar el flujo de tráfico, haciéndolo más seguro y eficiente.

En garajes subterráneos, los muros de contención son imprescindibles para resistir la presión del terreno circundante y asegurar que el garaje permanezca intacto y seguro. Para garajes en superficie, los muros de cerramiento protegen el espacio, delimitando el área del garaje y proporcionando seguridad. Estos muros suelen ser de materiales robustos, como el hormigón armado, que ofrece resistencia y durabilidad.

Dado que los garajes subterráneos son particularmente propensos a problemas de humedad, los sistemas de impermeabilización son fundamentales. Estos sistemas incluyen membranas impermeables y selladores para proteger tanto los suelos como los muros de contención. La impermeabilización previene la infiltración de agua y ayuda a conservar la integridad estructural de los garajes en el largo plazo.

El pavimento del garaje está diseñado para resistir el desgaste constante por el tráfico de vehículos y soportar manchas de fluidos como gasolina o aceite. En muchos garajes, se utiliza hormigón como pavimento, aunque también pueden emplearse revestimientos de resina o epoxi para facilitar la limpieza y mejorar la durabilidad. En zonas de tránsito peatonal o en rampas, se aplican tratamientos antideslizantes para prevenir accidentes.

Para asegurar una buena calidad del aire, especialmente en garajes cerrados o subterráneos, es imprescindible un sistema de ventilación. En algunos casos, basta con ventilación natural; en otros, se requiere ventilación mecánica con extractores y ventiladores para eliminar gases contaminantes y renovar el aire de manera continua, protegiendo así la salud de los usuarios.

El sistema de drenaje es otro elemento clave, diseñado para evacuar el agua que puede acumularse debido a la lluvia o la limpieza, evitando problemas de humedad o charcos. Este sistema suele incluir canaletas, sumideros y tuberías que transportan el agua hacia un desagüe adecuado o hacia sistemas de tratamiento de aguas.

Los sistemas de iluminación son fundamentales para garantizar una buena visibilidad y seguridad dentro del garaje. Suelen utilizarse luminarias de bajo consumo y alta eficiencia, instaladas en techos y paredes, que proporcionan iluminación uniforme. En muchos garajes, se implementan sistemas de detección de movimiento en zonas de menor uso, optimizando el consumo energético.

La señalización y los elementos de seguridad también juegan un papel crucial. La señalización, tanto en el pavimento como en paredes, delimita las plazas de estacionamiento, señala direcciones y destaca las salidas de emergencia. Además, se colocan elementos de seguridad como espejos en esquinas, barandillas en zonas peligrosas y barreras en los accesos.

Obligados por la normativa, en los garajes se dispone de los sistemas contra incendios correspondientes. Estos sistemas incluyen detectores de humo, rociadores automáticos, extintores y alarmas. Para cumplir con las normativas de seguridad, los materiales empleados en la construcción de garajes suelen ser resistentes al fuego y de baja combustión. La suma de estos elementos permite que un garaje funcione de manera segura, optimizando el espacio y brindando a los usuarios un entorno confiable y funcional. Si necesitas materiales de hormigón para parkings en Cantabria, no lo dudes, somos tu mejor alternativa.